¿Hay algo más valioso y disfrutable que los libros de arte que nos cuentan la historia de un pintor? Y mucho más si es una joya en sí misma por la calidad de sus autores, que despliegan estrategias para ofrecer al lector niño-joven un volumen delicado y atrapante. Didi Grau y Nicolás Arispe se documentaron para llegar a este resultado tan meritorio. Según Grau, la escritora, la necesidad de documentarse detalladamente le brindó la oportunidad de conocer más de cerca la obra de Cándido López; para Arispe, en tanto, fue la posibilidad de trabajar sobre la producción de alguien que desde siempre influyó en su vida de ilustrador y dibujante. El editor Walter Binder señala en la introducción la motivación de hacer el libro para el Día del Niño: «El 16 de agosto, la fecha elegida, recuerda la batalla de Acosta Ñú, durante la Guerra de la Triple Alianza, en 1869, que duró apenas ocho horas y dejó 50 muertos del lado de los Aliados y 3.200 del lado del Paraguay. Los caídos paraguayos eran, en su gran mayoría, las últimas reservas que se habían podido reclutar: niños. Niños disfrazados como soldados». Se incluye una cronología y los datos de los dos museos que hay que visitar para conocer a fondo la obra de López: el Museo Histórico Nacional y el Museo Nacional de Bellas Artes. (Calibroscopio)