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"No sé qué tiene el acordeón de comunicativo que cuando lo oímos se nos arruga el sentimiento. Perdone usted, señor lector, este principio de greguería… Yo, personalmente, le haría levantar una estatua a ese fuelle nostálgico, amargamente humano, que tiene tanto de animal triste.”

Un ejemplo de este libro es Un cadáver en el ropero, publicado en 1951. El relato compara una situación típica de cuentos policiales con una anécdota de la vida real. Un marido que llega a su casa y encuentra un cuerpo colgado junto a la ropa del armario. Pero el desenlace no tiene mucho que ver con lo imaginado por los escritores del género policial.

Otro relato incluido en el volumen es No era una vaca cualquiera. La ironía domina la descripción de la presencia de una vaca en pleno centro de la ciudad. Para Gabo, la vaca inmóvil, en medio del tráfico era un "anticipo del domingo".

El suicidio de Papá Noel es un breve relato sobre un hombre que durante 45 años llevó las ropas del personaje navideño. Gabo escribió: "No era nadie durante 11 meses, pero en diciembre era uno de los hombres más importantes de París". Sin embargo, nadie conocía su verdadera identidad.

De febrero de 1952 es El amor por teléfono. El escritor colombiano contrapone el teléfono al romanticismo. "Todo lo que hay de dramático en Romeo y Julieta se viene al suelo con esta invención del teléfono", explica.